En las fórmulas de los champús sólidos se suele utilizar una alta concentración de aceites esenciales, que pueden provocar reacciones alérgicas.
A veces, el cambio a un champú sólido puede ir acompañado de un periodo de adaptación del cabello y el cuero cabelludo. En ese momento, las hebras pueden volverse rígidas y difíciles de peinar. Y es que las siliconas, que aseguraban la docilidad y suavidad de los mechones, se irán eliminando poco a poco del cabello.
Cómo elegir un champú sólido para el cabello
Al igual que los champús líquidos, los champús sólidos están diseñados para diferentes tipos de cabello. Oriéntese sobre su tipo y la información del fabricante en el envase.
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Para el cabello seco, las fórmulas con aceites y extractos de aceites serán adecuadas para ayudar a hidratar, nutrir y restaurar las hebras. Busca aceites de coco, argán y oliva en las fórmulas.
Para el cabello graso, son adecuados los componentes activos con acción seborreguladora y limpiadora. Por ejemplo, extracto de menta, aceites de romero, árbol del té o hierba limón, arcilla, carbón activado o ácido salicílico.
