Los teléfonos inteligentes, los ordenadores portátiles y los relojes inteligentes se han convertido no sólo en herramientas en nuestras manos, sino también en extensiones de pleno derecho de nuestra personalidad. Sin embargo, cuanto más se infiltra la tecnología en nuestras vidas, más sufrimos su abrumadora presencia. Como no sabemos controlar nuestra relación con la tecnología, el cansancio, la ansiedad y la distracción se convierten en nuestros compañeros constantes.
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Este fenómeno se denomina agotamiento digital. Se refiere a una condición en la que la interacción constante con los gadgets agota nuestra psique. Nuestra concentración disminuye y nos volvemos adictos a estar conectados sin parar. En una situación así, por ejemplo, salir por la noche a hacer el vago ya no es sólo un hábito, sino una necesidad.
Es casi imposible renunciar por completo a estar conectado. Pero se puede aprender a utilizar la tecnología de forma consciente y sin daños críticos para uno mismo. En eso consiste exactamente el concepto Slow Tech, que te permite recuperar el control sobre tu atención, reducir el estrés y empezar a disfrutar de la vida en el mundo real.
Slow Tech es una filosofía cuyo objetivo es crear y utilizar tecnología que mejore la calidad de la vida humana en lugar de agotar los recursos. Frente a la cultura de la productividad dominante, que persigue la eficacia y la velocidad, Slow Tech hace hincapié en un consumo equilibrado y consciente de los recursos digitales.