No se trata de un rechazo total de la tecnología, sino de una nueva forma de interactuar con ella. Slow Tech te hace pensar si todas las aplicaciones que descargas son realmente útiles, si deberías comprobar tu correo electrónico cada cinco minutos y si deberías pasarte la mañana haciendo scroll en tu newsfeed.
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Las ideas sobre la ralentización que sustentan Slow Tech tienen su origen en la filosofía global del Movimiento Slow. Se originó en la década de 1980 y consistía en varios conceptos separados. Comenzó con el concepto de Slow Food, una alternativa a la comida rápida que animaba a la gente a disfrutar del proceso de preparación y consumo de alimentos. Con el tiempo, la idea de ir más despacio impregnó casi todos los ámbitos. Apareció el concepto de Slow Living sobre una vida comedida y con sentido, Slow Work sobre enfoques flexibles del trabajo sin estrés constante, y luego Slow Tech.
