A los elefantes no les gustan los movimientos rápidos, por lo que cualquier animal asustadizo puede asustarlos. Un experimento realizado en 2006 demostró que los elefantes no muestran ningún interés por los ratones cuando están bajo el control de un domador. Así pues, estos majestuosos animales se sorprenden por los movimientos de los ratones más que tenerles miedo.
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